martes, 13 de marzo de 2012

hoy escribí el cuento de nelson y después lo mandé a un concurso

los cuatro hermanos solían verse solamente cuando cumplían años y festejaban siempre contándose las últimas aventuras. nelson, dueño de un instrumento codiciado e inigualable, tenía siempre algún cuento que les dejaba a sus hermanos la boca abierta y la pija parada. pero esta vez aunque todos ya habían pasado varias horas contando historias nelson no había abierto la boca. los hermanos estaban preocupados, por eso decidieron no hablar más y mirar a nelson que en silencio empezó a frotarse el porongo con movimientos fuertes y apretados. ésta, decía, es la que se mueve por mí, hace todo por mí, y yo hago todo por ella. y mientras la acariciaba podía verse cómo crecía abajo de los pantalones. nelson estaba recostado en su silla y con sus hermanos formaban una ronda alrededor de la mesa. la mano de nelson subía y bajaba por el crecido bulto. ésta, decía, es la que van a tener el gusto de ver otra vez. y efectivamente su gran choronga saltó estropeando el cierre del pantalón y quedó balanceándose adelante de los ojos muy abiertos de los hermanos que sabían lo que se podía esperar de nelson. y cuanto el instrumental estuvo a la vista la mano de nelson grande y carnosa se puso a jugar con las bolas. la soberbia pija de nelson estaba ahora siendo manoseada frenéticamente de manera que los hermanos, no pudiendo sacar los ojos de semejante palpamiento, se embarcaron en la misma tarea. ésta, decía, es la que me llevó a vivir en la isla del sur… se acuerdan? los hermanos respondieron afirmativamente con un movimiento hipnótico de cabeza. satisfecho nelson abarcó diestramente con las dos manos la totalidad del chorongón vibrante y duro, después lo golpeó contra el borde de la mesa haciendo tintinear las copas entre sí mientras el viento movía las cortinas dejando ver las estrellas de esa noche de verano. también se oía el ventilador y la luz que caía sobre la mesa no llegaba a alumbrar el espacio que rodeaba a los cuatro hermanos. ésta, dijo nelson volviéndola a golpear contra el borde, sí, ésta… y blandía su pija parado frente a la mesa, frente a sus hermanos, frente a la ventana que daba a la ventana de en frente que estaba abierta y con la luz apagada. los tres hermanos se pajeaban violentamente mientras miraban la gran pija que parecía haberse tragado a nelson, pero que en realidad se asomaba por atrás domándola. fue en el muelle, dijo, de noche. la única luz de una lamparita se reflejaba en el río. ni una lancha y yo solo, ahí parado entre grillos y mosquitos. la cumbia del rafa lejos mezclándose con el ruido del bosquecito de atrás de la casa. parado mirando el puente. si voy a ser sincero diría que no esperaba nada, pero en cierta manera no podía hacer otra cosa estando, parado. ahí hizo una pausa que aprovechó para llevar los dedos hasta la boca, chuparlos y volver a acariciar con mucha delicadeza su brillante poronga. y para ser todavía más sincero: no me gusta esperar. ustedes saben bien que no me gusta esperar. así que tranquilo me acaricié la pija y empecé a pensar en el veranito del 2007. sí, esos días, se acuerdan? los hermanos volvieron a responder al unísono sin dejar de manosearse las entrepiernas. ésta, seguía diciendo, me hizo pensar que el veranito del 2007 seguía ahí en el río en el muelle flotando en el aire. yo sentía que era la brisa que me acariciaba. piensen en mi mano, lo que hacía mi mano. los tres hermanos jadeaban viendo que la pija de nelson se ponía morada y robusta. agitado también nelson respiraba como queriendo que todo el aire entrara en sus pulmones chupándolo con furia, como si de esa manera llegara a absorber no solamente el aire del muelle en el que estaba pensando sino también el aire de ese veranito entero. excitado y furioso barrió con el brazo todo lo que había en la mesa y apoyó sus grandes bolas en un borde intimando a sus hermanos a hacer lo mismo. la imagen de las cuatro pijas sobre la mesa lo estimulaba haciendo que su mano dé movimientos más enérgicos. nelson veía a sus hermanos pajearse con rabia como si no fueran más que un biombo de espejos enfrente de él que se activó como una fuente por un ratito en el mismo momento en que estaba acabando.

1 comentario:

  1. me mandaron un mail del concurso para decirme que excedia los requisitos. tabien.

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