viernes, 6 de abril de 2018

hoy escribí el cuentito de la casita del árbol y se lo mandé al profe lococo

Tióscar chupándose los dedos después de bajarse la pila de panqueques. El drama del plato vacío. Mamá y tióscar en el sillón con las manitos cada uno arriba de su respectiva panza mirando la tele. Mamá olvidándose de que llueve, de la casita del árbol, de mi inanición, de que se viene la noche. Imposible prender la vela con semejante tormenta. Voladura de techo y escalera. Mojadura de todo lo que había en la casita del árbol. Zarandeo de las ramas y por ende de los restos de la casita. Cuando el viento sopla no es constante, mucho menos rítmico. Las ramas donde se apoyan lo que queda de las paredes, que es lo único que se mantiene en pie junto a las tablas del piso que empiezan da dejar de ser paralelas entre sí, bailan como las locas de travestia, sobre todo la que usa peluca roja para rebolearla incansable, constantemente, como si se tratase de un ventilador. Ahí viene bien un ventilador pero de verdad, éste da vértigo y hace que no quiera ir y me pierda varias fiestas. Sin techo lo único que queda es debajo de la mesa. Imposible prender la vela con semejante tormenta. ¿Quién va a hacer que pare de llover? Mamá y los panqueques con dulce de leche que hace invariablemente cuando llueve. Un día llovió tanto que se quería inundar la casa y mamá no pudo hacer los panqueques porque tuvimos que estar dele que te dele con el secador atajando las olitas que amenazaban desde debajo de la puerta cada vez que pasaba un auto. Y cuando pasaba un bondi agarrate, no había secador que aguantara y chau, el mal humor de mamá que ni se compara con ninguna tormenta. “Rezá Javito, Rezá”, decía mamá mirando el estante con estampitas y vela que hay en el living. “Vamos a quedar esbeltos con tanto ejercicio”. Salto mortal de tres vueltas con caída perfecta en dos pies que rebotan y me lanzan directo a la ventana de la cocina para dar de lleno con el tarro de dulce de leche. Imposible prender la vela con semejante tormenta. Imposible.

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